El Superior Tribunal de Justicia puso hoy punto final a un proceso judicial marcado por el prejuicio y violenta respuesta social a una denuncia por 25 abusos sexuales, que finalmente nunca pudieron ser demostrados.

En Septiembre de 2015 se iniciaba la causa por un grupo de padres del jardín 23 de la ciudad de Río Grande, quienes daban cuenta de una serie de abusos sexuales manifestados por sus hijos, marcando como responsable al profesor de música, Marcelino Monchietti.

Enfurecidos, y a minutos de haber radicado la denuncia, un grupo importante de padres irrumpíó en el domicilio del docente, para lincharlo delante de su propia familia, en un hecho que tuvo continuidad en los días sucesivos con reclamos, corte de calles en pleno centro pidiendo Justicia, el escrache en redes sociales y un linchamiento público al que incluso se sumaron varios medios de comunicación en forma por demás irresponsable-.

En las sucesivas semanas la tensión se trasladaba a tribunales donde incluso un grupo de padres amenazó al juez de la causa, mientras Monchietti debió empezar a convivir con una guardia policial de consigna, además de nunca más poder retomar su actividad docente.

El avance de la causa tomó declaración testimonial, uno a uno, de los 25 niños cuyos padres daban cuenta de versiones o “indicios” de abuso detectados en sus domicilios. Ninguno reprodujo nada significativo, e incluso algunos hicieron alusiones a situaciones incoherentes propia de niños de tan baja edad, o situaciones propias de la actividad del jardín.

El análisis de los peritos psicólogos y psiquiatras que abordaron cada caso, ninguno detecto síntomas relacionados a un posible abuso sexual.

Monchietti primero obtuvo la falta de mérito y luego el sobreseimiento en instrucción por el entonces juez Eduardo Leonelli, luego esto fue confirmado por Cámara de Apelaciones en 2018, y finalmente solo 3 casos fueron llevados en casación ante el Superior Tribunal de Justicia.

Hoy los jueces Battaini, Sagastume y Loffler terminaron por rechazar esos recursos de casación y la declaración de inocencia sobre Monchietti finalmente adquirió firmeza, cerrándose este oscuro episodio de la sociedad riograndense.

Contra causa

Hoy solo queda en pie en el juzgado de instrucción 1, la causa que Monchietti inició contra los padres que lo lincharon en su domicilio, de los cuales solo 3 ó 4 pudieron ser identificados e indagados, incluso evadiéndose uno de ellos de la provincia.

Esa causa “hoy está dormida y vamos a ver de reactivarla”, expresó Monchietti en relación a un proceso po el cual perdió su familia, nunca pudo retomar la actividad docente y aún no recibió resarcimiento alguno a tamaño padecimiento.