La víctima era un hombre de 42 años, de nombre Paolo Landayda, padre de dos hijos y empleado de una empresa de transporte de Río Grande, quien “el jueves pasado fue al hospital tenía tos, le hicieron el hisopado no estaba yendo a trabajar se sentía muy mal, fue el martes al hospital y le dijeron que volviera a su casa que no tenía estar. No sabía su resultado, estuvo muy mal, y hoy a la noche tuvo un brote muy fuerte, y tuvieron que llamar a la ambulancia no podía respirar y entró con un paro a la guardia”, comentó Lara, amiga de la familia.

“En ese momento él estaba con su mamá y sus dos nenes y ahora no nos dejan velarlo ni nada por que era positivo en COVID pero nunca le informaron a él ni a la familia, y le dicen en el hospital cuando ya estaba muerto”, agregó.

Sus allegados aseguran que el hombre era hipertenso y que a pesar de ese cuadro “no le hicieron un solo control en toda esa semana”, concluyó la amiga del paciente fallecido.

Gobierno confirmó el caso hace instantes y extraoficialmente se supo que desde Epidemiología no lo habrían encontrado para notificarlo.

El protocolo indica que no habrá autopsia, pero el hombre falleció a causa del paro cardíaco y una trombosis de pulmón, lo que se considera una secuela del coronavirus.