Gabriel “Kaby” Pereyra continúa en coma inducido en la terapia de la clínica Cemep de Río Grande con un cuadro que por el momento es reservado, se espera poder estabilizarlo en las próximas horas para su posterior derivación.
Este deportista de la ciudad sufrió una explosión en su vivienda producto del tanque de combustible de un auto que estaba destapado en un garaje, donde los gases tomaron contacto con la llama del calefactor, generando la deflagración.
Tras lo ocurrido sigue en coma inducido en la Terapia Intensiva del Cemep hacia donde ya llegaron sus padres que viajaron a la provincia enterados de lo sucedido.
El joven se encuentra con medicación y cuidados intensivos en relación al cuerpo que presenta un 50% de su superficie con quemaduras, aunque se informó que no hubo afectación interna de los órganos vitales, se sigue de cerca el funcionamiento del aparato respiratorio ante la quemadura en las vías aéreas.
Con este protocolo de atención se espera poder estabilizarlo a fin de poder efectuar la derivación a Buenos Aires a un centro de mayor complejidad.