Durante las últimas semanas, más de 800 vehículos fueron inspeccionados, con un resultado de 250 infracciones labradas por diversas irregularidades: falta de documentación habilitante, no uso del cinturón de seguridad, conducción bajo efectos del alcohol, y especialmente uso del teléfono celular al volante, una práctica cada vez más frecuente y riesgosa que constituye una de las principales causas de distracción al conducir.

Asimismo, se detectaron 26 casos de alcoholemia positiva, lo que refuerza la necesidad de continuar profundizando las políticas de control y prevención.

Al respecto, el subsecretario de Servicios y Seguridad Ciudadana, Javier Calisaya, sostuvo que «la seguridad vial se construye y fortalece de manera colectiva en favor de toda la comunidad riograndense».

El funcionario remarcó que «está comprobado que la acción responsable de conductores y peatones redunda en menor cantidad de siniestros viales». En tal sentido, Calisaya aseguró que «ahí ponemos el esfuerzo de la acción municipal: en concientizar y construir acciones ciudadanas más responsables y garantizar la presencia de agentes en la vía publica para el cumplimiento de las normas de tránsito».

Los operativos de control continuarán realizándose de forma sostenida en distintos puntos de Río Grande.