En la primera jornada de testimoniales en el juicio al comisario Marcelo Guerrero, los dichos de los jefes policiales chocaron con varios de los causales de justificación brindados en su indagatoria.

En la primera audiencia el comisario Marcelo Guerrero declaró y aseguró no haber tenido personal policial suficiente para cumplir el servicio, así como no haber visto la orden judicial.

Este jueves en las primeras testimoniales de la segunda jornada, esta coartada defensista tuvo el entredicho de las testimoniales de los jefes policiales.

Entre los primeros testigos pasaron el Jefe de la Policía comisario Oscar Moreyra, el jefe de la Unidad Regional Norte de ese entonces, el comisario Daniel Moraga, y la jefa de ese entonces de la comisaría de Género y Familia, la comisario Paloschi.

El jefe policial señaló que la falta de personal es una situación común a la demanda de todas las comisarías y que el destino de más personal a la comisaría Quinta cuandofue desplazado Guerrero, coincidió con el egreso de una promoción de la Escuela de la Policía.

Más comprometido
Pero el testimonio mas comprometedor fue el de la comisario Paloschi de la comisaría de Gènero y Familia, la cual aseguró que en su comunicación telefónica con Guerrero, al solicitarle la consigna, le pidió dos veces que si tenía problema de disponibilidad de personal, solicitaba colaboración a Servicios Especiales.

Paloschi fue contundente al señalar que Guerrero no le manifestó problema alguno, y que luego de ello dio orden a su subalterno de que girara vía WhatsApp la orden judicial a la comisaría.

A consulta de la propia defensa de Guerrero, ejercida por el abogado Francisco “Paco” Giménez, fue que Paloschi dijo desconocer si Guerrero tomó conocimiento de la misma, pero que estimaba que sí en razón de que al estar en conocimiento de la dependencia el jefe debería saberlo.

El juicio continuará este viernes con el testimonio de la víctima de este episodio, el cual se realizará a puertas cerradas, dado que es víctima de un abuso sexual.