El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, aseguró este domingo que el oficialismo pretende “demonizar” a los mandatarios provinciales y se posicionó en contra de delegar facultades al Poder Ejecutivo tal como propone el proyecto de ley “Bases” que se debatiría esta semana en la Cámara de diputados.

“Algunos discursos son a veces agresivos, violentos, y querer demonizar a los gobernadores es un error tremendo porque no funden a un gobernador con nombre y apellido, sino que funden a una población”, consideró Melella en diálogo con Radio 10, en alusión a una supuesta frase del presidente Javier Milei sobre “fundir a las provincias” que no cooperen para que sus legisladores voten a favor de la iniciativa gubernamental.

En ese sentido, el gobernador fueguino afirmó: “Parece que los gobernadores y diputados somos el mal del país”, y advirtió que en las elecciones “así como lo eligieron a Milei, eligieron a los 23 gobernadores más el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

Reconoció que “tiene que haber un reordenamiento de las cuentas públicas, pero no con presión ni con violencia. Tiene que haber un ida y vuelta de la gobernabilidad”.

Sobre puntos de la ley “Bases” que afectarían a su provincia, Melella criticó a “algunos porteños que tienen un discurso muy facilista, hablan del déficit fiscal y dan números erróneos” a través de los que se tilda a Tierra del Fuego como “creadora del déficit en Argentina” por las exenciones tributarias de las que goza la provincia austral.

“Es justo que tengamos exenciones tributarias”, explicó, porque la provincia que gobierna “tiene diferencias sustanciales con el resto del país” por ejemplo en el valor de los alimentos o medicamentos que llegan hasta la isla con mayores costos por la logística de traslado y también porque, afirmó, “somos la única provincia argentina que para movernos tenemos que pasar por un país extranjero, por las fronteras chilenas”.

“Tierra del Fuego genera su propia energía, no estamos conectados al sistema eléctrico nacional”, abundó, y remarcó la importancia geopolítica de ese territorio: “Somos la puerta de entrada a la Antártida, el lugar geopolítico estratégico en el Atlántico Sur por los recursos, el mundo nos mira”.