La millonaria pérdida de la panadería La Unión no solo alcanza a sus damnificados directos, entre propietario y 25 empleados y familias que dependian de esta fuente laboral.

El centro de Tolhuin presentaba un panorama inusual de sábado con el corte policial en todo el perímetro de la panadería, a pesar de lo cual numerosos vecinos de toda la provincia se acercaban a ver el saldo del desastre con sus propios ojos.

Incluso un turista mendocino la recordaba, “vine hace 10 años y me quedó el recuerdo para volver hoy y encontrarme esto”, dijo incrédulo.

El testimonio fue mucho mas sentido por una almacenera de la zona, distante a 50 metros de la puerta de entrada de la panadería, “a pesar de lo que piensa la gente Emilio era muy atento con nosotros los pequeños comerciantes de la zona, mucho de lo que trabajámos era precisamente gracias a su panadería, la gente que salía de ahí nos venía a comprar a nosotros luego y así era, nos daba oportunidades a todos, los comerciantes, los vendedores ambulantes y todo el que se acercara”, dijo casi entre lágrimas.

“Esperamos pueda recomponerse de esto y levantar la panadería de vuelta”, dijo la mujer esperanzada en una mañana de sábado sin clientela, muy diferente a cualquier otra.

Asimismo el efecto mas visible fue el desborde que esta mañana presentó la estación de servicios como punto de abastecimiento para las personas de Río Grande y Ushuaia que pasan como parte del turismo interno de la zona. Una vez abastecidos, siguieron viaje y muy pocos entraron al ejido urbano a sabiendas del siniestro.

Un detalle; el agua para mate se agotó rápidamente y fue imposible el reabastecimiento para quienes viajábamos en ruta. Una atención gratuita que históricamente era el convite al paso de la panadería para los viajeros.

La atención tuvo gran demora así como el acceso a los baños, sobre todo el de mujeres que tuvo larga fila como único sitio habilitado a tal fin en la ciudad mediterránea.

Si hasta los perros callejeros de Tolhuin parecieron perder la brújula, apostados en la rotonda de la esquina de la panadería, alejados de su fachada frontal convertida en ruinas.