La marcada interna del Poder Judicial signó el peculiar desarrollo de la causa por “tenencia de pornografía infantil” que se armó contra el camarista Andrés Leonelli, a diferencia de causas similares que la misma juez María Cristina Barrionuevo desestimó en otros actores a sabiendas de que estaban investigando casos de esa naturaleza.
En el caso de Leonelli, desde principios de este año se dio trámite a la investigación que meses después se resolvió a sabiendas de que las imágenes en su nube de memoria respondían a una causa que el magistrado había tramitado como juez de instrucción interino en Río Grande, en 2015.
Probar ello significó el irregular extravío de evidencia del bolsín oficial entre el juzgado donde estaba aquella causa y el juzgado de Barrionuevo en Ushuaia, además de varios meses en los que se demoró una respuesta judicial que se veía evidente y tuvo un retraso inexplicable.
De hecho la jueza María Cristina Barroinuevo solo hizo un “rechazo del requerimiento” pero no dictó el sobreseimiento, dejando tendido el manto de duda social respecto del manejo de la Justicia nada menos que entre jueces. La semana pasada Leonelli obtuvo ese “sobreseimiento” en un fallo de la Cámara de Apelaciones.
Obtenido ello Leonelli salió duramente a cuestionar lo actuado por sus pares durante los meses que se prolongó su odisea judicial, e incluso hizo alusión a una comunicación que la jueza Barrionuevo mantuvo con el juez del Superior Tribunal, Ernesto Loffler, previo a los allanamientos dictados en su oficina y domicilio particular.
“La magistrada –Barrionuevo- no solo incumplió el deber de reserva, sino que omitió cualquier registro formal de su comunicación con un miembro del Superior Tribunal”, expresó Leonelli en la presentación realizada ante el Consejo de la Magistratura.
Allí Leonelli apunta tanto a la jueza de instrucción como al integrante de la Corte por afectar la “imparcialidad del proceso”, no hallando justificativo para el proceder de ambos magistrados, a sabiendas de una enemistad manifiesta existente con Loffler producto de la interna judicial.
Incluso Leonelli dio cuenta de una maniobra orquestada a fin de perjudicarlo deliberadamente más allá del resultado del proceso; “la noticia del allanamiento empezó a circular cuando la policía recién entraba a mi casa. Eso no pasa nunca. Alguien avisó, y esa filtración dañó no solo mi nombre sino la credibilidad del sistema”, denunció Leonelli.
Este pedido de jury de enjuiciamiento a Barrionuevo y Loffler tomaría estado parlamentario a fin de mes dentro del Consejo de la Magistratura.