El efectivo comenzó a sentir síntomas el sábado pasado en el destacamento de Servicios Especiales en el paso fronterizo San Sebastián, donde tomó guardia hasta el lunes que retornó a Río Grande.

Ante los síntomas como dolor de cabeza y febrícula manifestó su preocupación a sus jefes, y aparentemente no encontró eco en sus superiores ya que incluso le manifestaron que se presentara a trabajar al día siguiente.

Al llegar a su domicilio y ante la preocupación por su familia decidió llamar al Hospital, desde donde lo hisoparon en su domicilio, y ayer se le confirmó el positivo. Tres esto recién allí se dispusieron medidas de aislamiento preventivo.

Hasta el momento no hay novedades de nuevos positivos, pero si genera preocupación en las filas policiales el manejo de la situación que motivó el aislamiento de al menos 30 efectivos con los que tuvo contacto.

El agente por el momento se encuentra bien de salud en su domicilio, junto a su familia, pero con medidas sanitarias estrictas respecto de sus seres queridos, con los cuales habría evitado interactuar desde su regreso de la frontera.

El caso de este agente  asimismo genera preocupación en las autoridades Epidemiológicas en razón de que el otro caso positivo en Río Grande ingresó por el paso fronterizo el día anterior a que el agente positivo tomara guardia.

No hubo contacto entre estos dos casos, por lo que hay preocupación de que haya otro agente intermedio entre ambos casos positivos o bien que se trate ya de un caso de “contagio comunitario”.