Ocurrió esta madrugada después de que abandonó la guardia aquejando un malestar, dirigiéndose a la zona del Cerro Jeujepén, donde fue hallado con un disparo en la cabeza. Milagrosamente aún permanece vivo y es intervenido quirúrgicamente en el hospital de Río Grande, aunque su estado es desesperante.

Se trata del cabo de la Policía Provincial, Gonzalo Ezequiel Araujo de 28 años, quien esta madrugada se encontraba de guardia en el edifico de la Unidad Regional Centro de la Policía en Tolhuin (foto), a la vera de la ruta nacional 3.

El efectivo pidió el relevo cerca de las 4.00 de la madrugada aquejando un malestar tras lo cual se retiró y envió un mensaje a un amigo dando cuenta de que podía atentar contra su vida, aduciendo no haber superado la pérdida de su padre hace un año atrás.

Rápidamente se movilizaron sus colegas en su búsqueda, la que terminó camino al cerro Jeujepén, donde casualmente unos familiares de Araujo se encontraban acampando, los cuales fueron los primeros en hallarlo dentro de su automóvil.

Araujo fue trasladado inmediatamente al Hospital Regional Río Grande donde ingresó con un disparo que si bien habría intentado efectuar sobre su sien, el mismo salió desviado, de tal modo que no registra orificio de salida, por lo que el daño neurológico es analizado en este momento en el que es intervenido para la extracción del proyectil 9 mm.

Las esperanzas son pocas respecto de la sobrevida del Cabo policial, quien ingresó a la fuerza en 2011 y el año pasado había ascendido a su actual jerarquía. Según trascendió, su carpeta psicológica estaba normal, y nunca había solicitado asistencia a pesar que sus familiares coinciden que no había logrado superar la muerte de su padre.

En el caso interviene la Justicia de Ushuaia que investiga las causas del suceso, ya que además no se descartan otros factores que pudieran incidir en esta determinación que hoy conmueve a las filas policiales.