Entre los héroes que combatieron en la guerra de Malvinas, hubo muchos con raíces en pueblos originarios.

Uno de ellos fue el mapuche Alfredo Inocencio Nahuelquir, que esta semana, a 37 años del conflicto bélico, recibió su merecido reconocimiento.

Nahuelquir participó como soldado conscripto del Comando de la Brigada Mecanizada IX. Después de 1982 se instaló en una vivienda humilde apostada en la montaña. Con Cushamen como el pueblo más cercano a su casa, decidió aislarse de todo.
Apartado, distante, con el tiempo logró construir lo más preciado, su familia. Hoy está casado y es padre de tres hijos.La familia del ex combatiente estuvo presente en la ceremonia

En un relevamiento del 2016 encabezado por el también veterano Gustavo Mustoni(combatió con el Regimiento 6), un referente entre sus compañeros y siempre preocupado por los que compartieron la turba malvinense, se descubrió que Nahuelquir no tenía ningún reconocimiento del Estado Argentino. Se propuso en consecuencia, trabajar sobre ello. Su meta al fin se cumplió esta semana.

Además de Nahuelquir, en un encuentro cargado de emoción a la vera de la Ruta Nacional 40, en el Monumento al soldado Ricardo Andrés Austin, honraron a Agustín Mendoza, de Alto Río Percy; Daniel Espósito, de Esquel; y Florentino Panellao, de Trelew.
A los ex combatientes les entregaron las medallas condecorativas que otorgó el Congreso de la Nación en los años 90 a los veteranos de guerra y que por diversas razones no habían llegado a manos de sus dueños.

Panellao explicó que en su caso, cuando hizo los trámites de la pensión se enteró que figuraba en el libro de los desaparecidos. “Era el número 566”, recordó. Según contó, la medalla se liberó en el ’93 pero nunca llegó a sus manos. Los caminos los llevaron a encontrarse recién el último martes, luego de 27 años. “He recuperado un poco de identidad”, sostuvo.

Fuente: Infobae