En la mañana de ayer un hecho poco fortuito ocurrió en el centro de la ciudad cuando un niño de 10 años que caminaba por calle Piedrabuena cayó a una boca de tormenta, a pocos metros del cruce con Moyano, si bien el menor no sufrió lesiones graves el hecho tuvo su repercusión ya que inmediatamente desde el Municipio aclararon que ese ducto no pertenecía a ellos y horas más tarde se conoció que era propiedad de una empresa de telefonía.

El Intendente Martín Perez habló sobre lo ocurrido, «lo importante y primordial es que el chico esté bien de salud. Nosotros ya hablamos con la gente de Obras Sanitarias y tomamos la decisión de repararla por una cuestión de urgencia, aunque descubrimos que esta tapa no es del Municipio».

«Estamos intimando a las empresas privadas que tienen intervención y responsabilidad sobre la ciudad para que se hagan cargo de lo que corresponde, como hacemos nosotros con el personal de Obras Sanitarias que patrulla y recorre las calles de Río Grande», afirmó.

Por último manifestó «vamos a seguir trabajando para intensificar controles y que un episodio así no vuelva a suceder».